Observando el cielo en una noche clara de primavera, podemos ver una multitud de brillantes estrellas.  Dirigiendo la mirada hacia el nordeste, se viera la constelación del Cisne, con la fulgurante Deneb, algo más abajo se verá la constelación de la Lira, en cuyo extremo está Vega, muy luminosa; cerca del muestra todo su esplendor Arturo, de la constelación de Boyero, fácilmente reconocible por su color anaranjado. Al este de Arturo se ven las constelaciones de Hércules y de la Corona Boreal, con la estrella Gemma en su entro. Al sureste puede identificarse la constelación de Libra y de Ofiuco.

  Hacia el sur puede observarse la constelación de Leoncon Régulo, su astro más brillante y la constelaión de Virgo, en la que se destaca Spica, una estrella de color azul blanquecino. En el medio de la constelación de Boyero está la Caballera de Berenice. En el extremo sur puede verse las tres constelaciones Hidra, con la luminosísima  Alfard Cuervo y Perros de Caza. Al Oeste destcan las constelaciones de Cáncer y de Lince. En algunas noches de gran visibilidad entre estas dos conselaciones se distinguen el cúmulo del Praesepe, le siguen las estrellas Cástor y Póllux, o sea, la estrella de Geminis, Proyon, , del Can Mayor, y Betelegeuse, en el último extremo de Orión, todavía visible. Más al norte de Orión está Aldebarán de la constelación del Toro.

  Finalmente al noroeste, al lado de Toro, está la constelación de Perseo, con la bellísima estrella Algol, la del Cochero (más abajo) con Capella, un astro particularmente brillante, y la Jirafa.

FUENTE ENTESPA

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