El mundo árabe se encuentra entre la pandemia de coronavirus y la plaga del populismo

A medida que la epidemia mundial de coronavirus parece haber puesto al mundo en el ojo de una tormenta colectiva, con más de 120.000 muertes confirmadas, la economía mundial ha entrado en un estado de agudo estancamiento y contracción en diversos sectores, lo que sugiere la peor crisis económica desde la Gran Depresión del decenio de 1930.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico prevé que el crecimiento disminuya entre un 0,5 y un 0,9% hasta el 1,5% este año debido a una serie de acontecimientos causales acumulados, entre los que destaca la parálisis del sector minorista, el comercio, las cadenas de suministro, la producción mundial, los servicios, el turismo, el transporte marítimo internacional, la fabricación, la minería y la inversión extranjera directa. A esto le seguirá una fuerte caída del consumo, un debilitamiento de la oferta y la pérdida de millones de puestos de trabajo por la imposición por parte de los gobiernos de restricciones de permanencia en el hogar a sus ciudadanos, lo que dará lugar a presiones sociales insoportables que son especialmente amenazantes para los grupos más vulnerables.
Si bien la atención internacional se centra en la contención, esta crisis se está expandiendo a una velocidad récord; la mayoría de los expertos creen que aún está en su fase inicial y que lo peor está inevitablemente por llegar. Sin embargo, muchas voces árabes, así como las occidentales, ya han declarado el éxito y la superioridad del modelo chino, que logró controlar relativamente bien la pandemia, y del modelo cubano, que envió paquetes de ayuda y numerosos médicos a algunas capitales occidentales agotadas por la respuesta de la economía de mercado.
FUENTE NOTICIAS DE ISRAEL