LEYES REFERENTES A LA CALUMNIA Y A LA VENGANZA
Un relato jasídico cuenta de un hombre queda y recoge difamaba al rabino de su comunidad y propagaba maliciosas mentiras sobre él. Un día sintió remordimientos por lo que hacía y visitó al rabino para pedirle perdón. Le señaló que estaba dispuesto a hacer lo necesario para compensar el mal que había causado. El Rabí le dijo que tomara varias almohadas de plumas de su hogar, la cortara y que esparciera las plumas al viento. Aunque era un pedido extraño por parte del rabino, fue relativamente simple el ejecutarlo.
Cuando hizo lo que se le pidió, regresó para informar al rabino. “Ahora”, dijo el rabino, “anda y recoge todas las plumas. Porque a pesar de tus remordimientos obviamente sinceros y de tu voluntad para reparar el mal que has hecho, es tan imposible reparar el daño causado por tus palabras, como lo es recuperar todas las plumas desparramadas por el viento”.
La persona que sin protestar escucha a una lengua viperina, tiene un carácter moral de más bajo calibre que el dueño de la mala lengua. Sino fuera por lo que están dispuesto a escuchar no se causaría ningún daño.
Está prohibido tomar venganza. Esto constituye una violación al mandamiento de la TORAH: “No te vengarás”. “Si alguien está poseído por un poderoso deseo de venganza, debe tratar de acrecentar sus propias cualidades buenas. “Ha de dejar que esa sea su venganza” -agregaron- “ya que seguramente su enemigo se sentirá molesto escuchando como son ensalzadas sus virtudes y su buen nombre es propagado.
FUENTE SER JUDIO