Cuando una aplicación mal diseñada frustró el recuento de resultados en el caucus demócrata de Iowa de la semana pasada, era sólo cuestión de tiempo que alguien culpara del caos a las maquinaciones rusas. Ese alguien fue la representante demócrata Sheila Jackson Lee de Texas, en una audiencia del Comité Judicial de la Cámara sobre la supervisión del FBI el 5 de febrero. Lee le dijo al Director del FBI Christopher Wray: “Espero que los demócratas de Iowa pidan una investigación del FBI sobre la aplicación. Creo que Rusia ha estado involucrada e interfiriendo en varias de nuestras elecciones…”

       Los Estados Unidos están hoy en día en medio de un pánico moral total, que sin exagerar puede ser llamado el “miedo a Rusia”. Después de que Al Gore ganara el voto popular pero perdiera en el colegio electoral frente a George W. Bush en 2000, él y el Partido Demócrata no pasaron años afirmando que las elecciones fueron robadas por traidores estadounidenses que trabajaban con una potencia extranjera. Pero esa es exactamente la afirmación que Hillary Clinton y la mayoría de los líderes demócratas han hecho desde la victoria de Donald Trump en el 2016.

        La afirmación de que Trump es un presidente ilegítimo que fue instalado gracias a la interferencia rusa ha sido el tema subyacente detrás de la investigación de Mueller y la subsiguiente impugnación de Trump por los demócratas de la Cámara.

De acuerdo con la narrativa del miedo a Rusia que es aceptada por muchos, si no la mayoría de los demócratas de hoy, el régimen ruso de Vladimir Putin alteró el resultado de las elecciones de 2016 de una o más maneras. Que los trolls y hackers de Rusia se involucraron en travesuras en línea en 2016 es un hecho. Lo que no se ha establecido es que sus actividades cambiaron o suprimieron un solo voto en las elecciones de 2016.

FUENTE NOTICIAS DE ISRAEL