Luego del drama de la campaña presidencial, llega las elecciones parlamentarias, mejor conocida, como la tercera vuelta.
Los funcionarios electorales y la alcaldesa de la aldea Annick Leroi (izq.) cuentan las papeletas para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia en un centro de votación en la aldea de Nauvay, al noroeste de Francia, el 24 de abril de 2022. © Jean-François Monier, AFP.
Francia se está preparando para una elección parlamentaria ferozmente disputada el 12 y 19 de junio, ya que los adversarios derrotados de Emmanuel Macron hacen intentos a largo plazo para privarlo de una mayoría en la Asamblea Nacional. Pero las próximas encuestas serán cruciales por otra razón, ya que ganar votos en ellas es una fuente vital de financiación pública de los partidos.
Después del drama de la campaña presidencial viene la elección parlamentaria, o la «tercera vuelta», para usar su apodo revelador. La subcampeona nacionalista Marine Le Pen y el abanderado de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, que quedó tercero, han lanzado intentos improbables de arruinar el segundo mandato de Macron al ganar una mayoría parlamentaria.
Pero el resultado de los législativos (como se convocan las elecciones parlamentarias en francés) también será consecuente debido a su papel en la financiación de los partidos. Además de lo que reciben en donaciones y cuotas de membresía, los partidos reciben subsidios estatales si superan el umbral de al menos el 1 por ciento de los votos en al menos 50 circunscripciones, por una suma de € 1.42 por voto.
FUENTE FRANCE 24