Bostezos, cabezadas, notas deslizadas entre pupitres y libros leídos a escondidas: el escenario del proceso de destitución del presidente Donald Trump parece una clase llena de adolescentes aburridos, con muchos republicanos hastiados por unas sesiones que ya han comparado con «el día de la marmota».
Las horas se hacen largas para el «jurado» del juicio político a Trump, formado por cien senadores que deben escuchar en silencio un alegato que ya conocen y que difícilmente acabará en la destitución del presidente, protegido por la mayoría republicana del Senado.
FUENTE EFE