La primera noticia sobre la aparición de un cometa se remonta al año 2315 A.C.

¿Cuántos cometas hay en el universo? A esta pregunta Kepler contestaba con otra pregunta: ¿Cuántos peces hay en el mar?

   Es más adecuado preguntar cuántos cometas se han observado. La primera noticia de la aparición de un cometa se remonta al año 2315 A.C. Por esta razón el catálogo  editado por Baldet parte de esta fecha para establecer el número total de cometas avistado. Hasta 1963, se catalogaron 1738 cometas, y de estos son solo dudosos un centenar. La mayor parte de los objetos observados se han descubierto después de la invención del catalejo en 1609.

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En un cometa puede distinguirse dos importantes partes la cola y el núcleo.

El nombre cometa deriva  del latín coma (cabellera) y se debe al lado luminoso que constituye la característica más vistosa de estos cuerpos celestes que sugieren precisamente la imagen de una cabellera ondulante. En cada cometa puede distinguirse un núcleo que se presenta como un punto particularmente luminoso y está envuelto por una capa de vapores llamada precisamente, coma.

   Estas dos partes coma y núcleo constituyen la cabeza del cometa. La parte más espectacular, la cola, compuesta por sustancias extremadamente ratificadas constituye la parte a largada del cuerpo celeste. La coma puede asumir forma muy variada: halo circulares de diversa luminosidad, arcos concéntricos (Cometa Chioggia), óvalos estriados, penachos o nubes de franjas.  La forma de la coma cambia continuamente a medida que, en el recorrido de su órbita, el cometa va acercándose al Sol.  La cola suele ser muy alargada y bastante luminosa. Según los casos su longitud puede alcanzar atravesar casi por entero la bóveda celeste.  Las colas más largas observadas por astrónomos han alcanzado decenas e incluso centenas de millones de kilómetros.

   Este fue el caso del cometa que apareció en 1843, cuya cola tenía una longitud de 320 millones de kilómetros (más del doble de la distancia Tierra-Sol). La anchura de su cola también puede ser de notables proporciones del orden de centenares de millones de kilómetros.

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El estudio de la sedimentología se basa en el estudio del análisis de la estructura y textura de los fósiles.

El estudio de rocas sedimentarias, objetivo principal dela sedimentología, es, como ya se ha visto, muy importante, porque a través del análisis de las estructuras, texturas de los fósiles posibles presentes y de todas las demás particularidades que distinguen una roca (todas estas características juntas definen la facie), permiten retroceder el ambiente de formación de las rocas.

  Por ejemplo existen rocas llamadas turbiditas constituidas por la alternancia de areniscas, limos, arcillas y carbonatos que indican un ambiente de formación marino conectado a las corrientes de turbidez.

   Las facies tubidíticas son típicas por ello se deducir con mucha precisión el ambiente en el cual se originaron y permite una reconstrucción detallada de las condiciones existentes en el momento de la formación de estas rocas.

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Las rocas de origen químico se forman por precipitación de las sustancias disueltas.

Las rocas de origen químico se forman por precipitación de las sustancias disueltas en las aguas marinas y continentales. La precipitación puede darse durante una evaporación fuerte en cuencas localizadas en zonas muy cálidas. En estos casos se forman las llamadas evaporitas las cuales disueltas en aguas aumentan su concentración  a medida que la cantidad de agua disminuye por evaporación llegando a la saturación; posteriores disminuciones de agua hacen precipitar primero sales menos solubles y después aquellas con solubilidad mayor.

   Este proceso puede dar lugar a la formación de calcáreas y dolomías (distintas de las organogénicas), yesos y sal gema que constituye a veces acumulaciones con gran importancia económica y significado geológico por la información que ofrecen sobre el clima y la geografía en el momento de su formación.

    Otros ejemplos de rocas de origen químico son: el travertinos, la estalactitas y estalagmitas, que forman por precipitación de carbonato cálcico, respectivamente en manantiales minerales y en cuevas; en éstas el carbonato cálcico se deposita muy lentamente por goteo (caída gota gota) de las aguas circulantes.

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La distancia Tierra-Sol, que cosntituye el factor determinante no ha variado durante las eras geológicas.

Los sulfuros son compuestos en general asociados a metales y semimetales.

Los minerales son clasificados según su composición química en ocho clases o grupos, dentro de los cuales se encuentran distinciones según las diferentes estructuras cristalinas. Estas son nativos, sulfuro, halogenuros, óxidos e hidróxidos, carbonatos, sulfatos y silicatos.

   Elementos nativos:

      En esta clase se inscriben los minerales constituidos por átomos de un solo elemento Ejemplo: Oro, plata, platino, iridio, paladio, hierro y mercurio.

  Sulfuros:

    Son compuestos de azufre en general asociados a metales y semimetales para dar minerales importantísimos de los que se extraen muchos metales de gran utilidad. Minerales como antimonita (SB,S), la galena (PBS), (en Cantabria, Tarragona, en la Sierra de Almaguera en Almeria), la blenda (ZnS), la argenita (Ag,S) y el cinabrio (HgS) son los principales minerales del antimonio, plomo, cinc, plata y mercurio.

Los halogenuros

    Los halogenuros o haloideos están compuestos por iones negativos (aniones) de elementos del séptimo grupo de la tabla periódica e iones positivos de metales. Entre los más importantes destacan sal gemea (Na Cl) y la fluorita (CaF).

Los óxidos y los hidróxidos

     Son gurpos numerosos de minerales algunos de gran utilidad como la magnetita (FeFeO4), o la hematites (Fe2O3), que son los minerales más importantes del hierro o el corindón (Al2O3), que en sus variedades rojo (rubí) y azul (zafiro) se encuentran entre los minerales más apreciados en joyería.

Los carbonatos

   Compuestos por iones positivos, unidos al anión carbonato (CO32-), los más conocidos e importantes son la calcita (Carbionato de calcio), la dolomita (Carbonato de calcio y magnesio) y la magnesita (Carbonato de Magnesio MgCO3).

Sulfatos

  En los sulfatos, el azufre se une con el oxígeno y con el metal. Los sulfatos más útiles son sin duda el yeso (Sulfato de calcio hidrato), y la barita (Sulfato de bario BaSO4).

Silicatos

    Los silicatos son minerales más difundidos en la corteza terrestre, constituyendo el 8% en peso.

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El piez sierra tiene de 15 a 30 dientes pares con una longitud equivalente a cerca de la tercera parte a la del cuerpo.

Algunos peces se distinguen de los otros no tanto por sus proporciones sino por sus proporciones como por su extraño aspecto; entre ellos están los tiburones martillo (género, Sphyrna), selacio de la familia esfírnidos que reciben este nombre por llevar los ojos  sobre dos prolongaciones a los lados de la cabeza. Sus dimensiones son considerables al gran tiburón martillo, Sphyrna mokarran, puede superar los 5m; la coloración es amarilla azulada en las partes superiores y laterales del cuerpo gris blancuzca en la inferiores. 

    Otro pez cartilagioso de grandes dimensiones (4 a 5 de longitud , 7 a 8 kg de peso) es el pez sierra, que está dotado de una característica hoja cefálica en forma de sierra dentada por ambos lados el número de dientes varía de 15 a 30 pares, con una longitud equivalente a cerca de la de la tercera parte de la del cuerpo.

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No dudó en aplicar los conocimientos teóricos a cuestiones prácticas.

La alquimia esta excesivamente relacionada con prácticas divinatorias y la consolidación del cristianismo contribuyó al declive de ese conocimiento.

En la época romana, la chymeia sufrió una regresión. Se manifestó una tendencia progresiva hacia interpretaciones más esotéricas: los escritos dedicados a la chymeia fueron destruidos casi en su totalidad, por temor a que los químicos pudieran obtener el oro y poder así arruyinar la economía del Imperio.

   La consolidación del cristianismo también contribuyó a determinar el declive de la chymeia en el mundo romano ya que dicho saber estaba excesivamente asociado con prácticas divinatorias no aceptables para la conciencia cristiana. En el siglo VII, la chymeia fue recuperada por los árabes quienes le añadiero el artículo “al”, y la convirtieron en “al-kimya” y de ahí el término alquimia que se difundió ampliamente por Europa durante el medioevo.

    En realidad con el término alquimia se indica hoy todo el proceso de desarrollo de la química, desde su inicio en el año 300 A.C. hasta el 1,600 D.C., es decir, durante un período de cerca de dos mil años.

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