¿Es un acto de «civismo» ante la corrupción de los partidos políticos o una «violación de la Constitución»? Los iraquíes se encontraban divididos el viernes ante el anuncio de su presidente Barham Saleh, que amenazó con dejar su cargo ante la parálisis política, provocada en parte por la presión de los grupos pro-Irán.
El presidente iraquí se resiste desde hace días al bando pro-Irán que quiere colocar en el puesto de jefe de gobierno a su nuevo candidato: un ministro dimisionario y gobernador controvertido.
El jueves, Saleh escribió al parlamento que prefería dimitir antes que proponer a los diputados a Assaad al Aidani y otros políticos ya rechazados por los manifestantes.
El viernes, algunos esperaban que el sermón semanal del gran ayatolá Ali Sistani, figura tutelar de la política iraquí, despejara el futuro de una crisis cada vez más difícil de descifrar.
FUENTE AFP