Vacunar al mundo contra COVID-19, que ha matado a más de 3,7 millones de personas hasta la fecha, es una tarea monumental y compleja — sin duda, el mayor esfuerzo de inoculación emprendido en la historia.
Además de desarrollar vacunas seguras y efectivas en un tiempo récord, la logística de desplegar esas dosis ha sido inmensa y ha planteado preguntas sobre el acceso y la equidad, específicamente para los países más pobres de todo el mundo y las poblaciones en riesgo en los EE.UU. y en otros lugares.
Y los expertos dicen que vacunar al mundo es una cuestión de necesidad, específicamente las poblaciones vulnerables — una clave para reducir la carga sobre los sistemas de salud y detener la marea de variantes contagiosas.
Desde la aparición de nuevas variantes de COVID-19, los expertos se han preocupado de que el virus pueda haber desarrollado mutaciones que le permitan superar las vacunas existentes.
Los primeros estudios de laboratorio demostraron ser preocupantes, mostrando que las vacunas parecían producir muchos menos anticuerpos contra algunos de las variantes más nuevas. Pero la experiencia del mundo real no coincidía con esas preocupaciones — la gente parecía desarrollar una buena protección, incluso cuando estaba expuesta a nuevas variantes.
Ahora, después de meses de investigación, los expertos en vacunas de todo el mundo están aprendiendo que las vacunas todavía funcionan — incluso cuando esos anticuerpos no se muestran en gran número — gracias a otras partes cruciales del sistema inmunológico del cuerpo.
Santo Domingo y Santiago son las provincias que más contagios reportan.
EFE/ Orlando Barría.
Los casos de corona virus en República Dominicana siguen en aumento, siendo el Distrito Nacional, Santiago y Santo Domingo las demarcaciones que más contagios reportan, sin embargo, la provincia Barahona mantiene desde hace unos días la positividad más alta a nivel nacional.
Las autoridades sanitarias notificaron este jueves 1,141 nuevos casos de COVID-19 tras la realización de 5,608 pruebas PCR para detectar el virus, lo que sitúa en 20.35 % la tasa de positividad diaria. La positividad acumulada en base a las muestras procesadas en las últimas cuatro semanas aumentó a 17.42 %.
Además, fueron reportadas nueve defunciones, tres de las cuales se registraron ayer, para un total de 3,695 muertes desde el inicio de la epidemia. El indicador de letalidad es de 1.21 %.
De acuerdo al boletín número 448 de la Dirección de General de Epidemiología, el país acumula 305,569 casos de coronavirus, de los que 52,908 permanecen activos, mientras que 248,966 corresponden a personas recuperadas.
Las autoridades sanitarias informaron que también se procesaron 2,459 pruebas de seguimiento a pacientes contagiados. Desde el inicio de la epidemia se han realizado 1, 607,078 pruebas PCR que descartaron 1, 301,509 casos.
Sobre las hospitalizaciones, las autoridades informaron que 1,364 pacientes en condiciones estables permanecen ingresados por COVID-19. Mientras que 456 están en unidades de cuidados intensivos y 317 conectadas a ventiladores.
El Gran Santo Domingo y la provincia Santiago siguen siendo las demarcaciones que diariamente registran el mayor número de casos.
De los contagios reportados este jueves, 228 fueron notificados en el Distrito Nacional (86,931 acumulados), 252 en Santo Domingo (67,261 acumulados) y 103 en Santiago (30,391 acumulados).
Barahona presenta una positividad de 25.22 %, la más alta a nivel nacional en los últimos días, superando a San Juan (23.99 %), San Cristóbal (23.87 %), Distrito Nacional (23.39 %) y Peravia (23.06 %), demarcaciones que figuran con el mayor porcentaje.
Podría ser una coincidencia notable o bien una intervención humana, según Nikolai Petrovsky.
Hace poco más de un año, me topé con un interesante artículo científico. En él se sugería que la epidemia que asolaba el mundo estaba “excepcionalmente adaptada para infectar a los seres humanos”; no era “típica de una infección zoonótica normal”, ya que apareció por primera vez con una capacidad “excepcional” para entrar en las células humanas. El autor del artículo, Nikolai Petrovsky, se mostró franco sobre la enfermedad cuando hablamos en su día, diciendo que su adaptabilidad era o bien “una notable coincidencia o bien un signo de intervención humana”. Incluso rompió la omertà científica al atreverse a admitir que “nadie puede decir que una filtración de laboratorio no es una posibilidad”.
Pero aunque Petrovsky tiene excelentes credenciales -profesor de medicina en una destacada universidad australiana, autor de más de 200 artículos en revistas científicas y fundador de una empresa financiada por el gobierno de EE.UU. para desarrollar nuevas tecnologías de vacunas-, seguía estando inquieto cuando mi historia se hizo mundial. Su documento original se había publicado en un sitio de preimpresión, por lo que no había sido revisado por pares, a diferencia de lo que ocurriría si se hubiera publicado en una revista médica o científica.
El portavoz de la embajada china publicó en su Twitter que el tema del virus no debe politizarse.
(L) Colin Powell Mario Tama/Getty Images; (R) Wuhan Institute of Virology Wikipedia.
La embajada de Beijing en los Estados Unidos ha criticado los intentos renovados de culpar a China de la epidemia Covid-19, comparándola con la forma en que la administración de George W. Bush hizo falsas afirmaciones sobre las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein.
El origen de Covid-19 es un tema de investigación científica que no debe politizarse, tuiteó el portavoz de la embajada, Liu Pengyu, añadiendo: «La campaña para politizar el estudio de los orígenes y difamar a China no es diferente de las mentiras acerca de que Irak posee armas de destrucción masiva (ADM) hace 12 años».
Al parecer, el diplomático se refería a la teoría de la fuga de laboratorio, una hipótesis de que el patógeno causante de Covid-19 no surgió naturalmente, sino que fue más bien un producto de experimentos de ganancia de función en un laboratorio de virus en Wuhan, China. El virus logró escapar del laboratorio, iniciando la devastadora epidemia, creen los partidarios de la teoría.
Así consta en el borrador enviado a los consejeros.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias. EFE/ Jesús Diges /Archivo.
El Ministerio de Sanidad propone ahora eliminar las restricciones a la hostelería y permitir la apertura del ocio nocturno también en zonas en un nivel medio de riesgo y no solo bajo, medidas que, en todo caso, serán objeto de revisión y flexibilización según cambie la epdiemia.
Así consta en el borrador que el departamento que dirige Carolina Darias envió anoche a las consejeros, al que ha tenido acceso Efe, en el que Sanidad modifica la declaración de actuaciones coordinadas aprobada la semana pasada en el Consejo Interterritorial de Salud y publicada desde el sábado en el BOE.
Mediante el decreto 364-21, el presidente de la República, Luis Abinader, extendió unos días más el último toque de queda iniciado el pasado martes 2 de junio y dispuesto el pasado 30 de mayo.
Buscando bajar la curva de contagios, en la pasada disposición presidencial también se estableció una jornada especial de vacunación en San Cristóbal, Santo Domingo y el Distrito Nacional, de las ciudades con mayores casos positivos, en la que se vacunaron alrededor de medio millón de personas.
Pese a esto, la medida del toque de queda fue extendida hasta el miércoles 6 de junio. A continuación las razones tomadas en cuenta para esta decisión:
El país se encuentra en un nuevo estado de emergencia desde el 20 de julio de 2020 y fue prorrogado por última vez el pasado 30 de mayo, lo que abre las puertas a la extensión de los días con toque de queda.
La medida se debe al rebrote actual de corona virus.
El Poder Ejecutivo promulgó un decreto que sigue con el toque de queda.
El presidente de la República, Luis Abinader, extendió hasta el 16 de junio el actual horario de toque de queda, debido al rebrote de corona virus que se registra en algunas provincias del país.
La información la contiene el decreto 364-21 que dispone que el toque de queda y las demás medidas dispuestas en los artículos del 5 al 20 del decreto número 349-21, del 30 de mayo de 2021, quedan extendidas hasta el miércoles 16 de junio de 2021, inclusive, momento en el cual las autoridades correspondientes revisaran tales medidas.
En el artículo 2 de este decreto se dispone su envío a las instituciones correspondientes para su conocimiento y ejecución.
Bautista Rojas Gómez, actual senador por la provincia Hermanas Mirabal y ex ministro de Salud Pública.
El exministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, aseguró este lunes que la Ley General de Salud 42-01 y el estado de emergencia aprobado por el Congreso Nacional facultan a las autoridades sanitarias y al Gobierno a obligar a la aplicación de la vacuna contra el COVID-19.
El también senador por la provincia Hermanas Mirabal explica que “ningún ciudadano de República Dominicana que está regido por esa Ley (42-01) tiene derecho a enfermar a otro” y que, incluso, “en caso de situaciones extremas como esta (del corona virus) no solamente la Ley 42-01 le da potestad a la autoridad sanitaria y a la autoridad nacional, sino un mandato de una situación de excepción que ha sido aprobado por el Congreso”.
Al ser entrevistado en La Opción de la Mañana, programa que se transmite por la emisora Independencia 93.3 FM y por Digital 15, de Grupo Telemicro, Rojas Gómez afirmó que las personas tienen derecho a creer que la vacuna contra el COVID-19 no le hará efecto y que la autoridad nacional debe respetar eso, pero que también está la obligación de respetar al resto de la población y mantenerla protegida de la mortal enfermedad.