Una encuesta publicada por el Canal 13 el domingo por la noche proporcionó información sobre la percepción pública del manejo del gobierno de la crisis del coronavirus en Israel. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha pagado un precio personal a la luz del continuo aumento de casos de corona virus en el país, mostró la encuesta.

      Alrededor del 61% de los encuestados están insatisfechos con el manejo global de Netanyahu de la crisis del coronavirus, el 19% están bastante satisfechos y sólo el 15% respondió que están satisfechos. Netanyahu y el gobierno han sido objeto de un intenso escrutinio, ya que el número de casos en Israel ha aumentado drásticamente desde la reapertura de la economía a principios de junio. En comparación, en medio de la primera ola de coronavirus en abril, una encuesta similar mostró que sólo alrededor del 30% estaban insatisfechos y casi el 70% estaban satisfechos o bastante satisfechos con el primer ministro.

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      El 75% de los encuestados dijo que no cree que el gobierno esté manejando bien la crisis económica, el 16% respondió que está satisfecho y el 9% respondió que no lo sabe.

FUENTE JERUSALEM POST

Momentos después de que el portavoz del Primer Ministro anunciara que Benjamin Netanyahu y el Ministro de Salud Yuli Edelstein decidieron permitir que las piscinas al aire libre reabran bajo requisitos más estrictos pero dejar los gimnasios cerrados, el comité de coronavirus de la Knesset refutó su decisión y votó a favor de permitir que ambos tipos de instalaciones empiecen a operar de nuevo. El comité de coronavirus de la Knesset estaba programado para reunirse a la 1 p.m. y se esperaba que votara sobre si reabrir o no gimnasios y piscinas públicas después de un acalorado debate el domingo y en el telón de fondo de otro aumento en los casos.

       Sin embargo, la votación se retrasó ya que el primer ministro pidió a la presidenta del gabinete de coronavirus y al diputado del Likud Yifat Shasha-Biton que rechazaran la propuesta de abrir piscinas y gimnasios, según los medios de comunicación israelíes. Inmediatamente después de la votación, el presidente de la coalición, Miki Zohar, pidió a la comisión que reemplazara a Shasha-Biton. La presidenta fue finalmente suspendida por el Likud.

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     El líder de Yisrael Beytenu, Avigdor Liberman y Yamina MK Bezalel Smotrich pidieron a Blue y White que no permitieran que Shasha Biton fuera removida de su posición.

FUENTE JERUSALEM POST