Análisis: En el Mar Rojo, Estados Unidos no tiene buenas opciones contra los hutíes

Cómo los buques de guerra estadounidenses están derribando drones hutíes en  el mar Rojo y qué podría venir después (Análisis)   La Operación Guardián de la Prosperidad (OPG), la coalición de voluntarios liderada por la Armada de los Estados Unidos y destinada a permitir que el transporte internacional continúe navegando sin riesgos a través del Mar Rojo, se activará después de solo unos días.

 

     Incluyendo aliados de Europa y Medio Oriente, así como Canadá y Australia, la operación ha sido rechazada por tres importantes países de la OTAN: Francia, Italia y España. La línea oficial, “garantizar el paso seguro para los barcos comerciales”, es demasiado indeterminada para que cualquier oficial de bandera naval se sienta cómodo al entrar. Los almirantes quieren que los políticos les asignen tareas precisas y mandatos claros necesarios para lograr los resultados deseados.

 

     Definir la amenaza parece fácil, por ahora: misiles antibuque y drones de varios tipos que llevan ojivas explosivas han estado apuntando a buques mercantes en el camino hacia y desde el Canal de Suez. Todos fueron disparados desde Yemen, por el grupo hutí también conocido como Ansar Allah, que ahora controla la mayor parte del país, incluida la sección más larga de su costa del Mar Rojo, de 450 kilómetros de longitud. Todos los misiles fueron lanzados desde la superficie, con ojivas que pueden dañar pero difícilmente hundir grandes buques de carga. Al principio, los hutíes anunciaron que atacarían a los barcos de propiedad israelí, luego ampliaron esa medida para incluir a todos los que utilizan puertos israelíes y, en última instancia, a los que comercian con Israel. Después de varios ataques en los que la conexión israelí parecía muy distante o vaga, es prudente suponer que cualquier barco podría ser el objetivo. Todos los misiles neutralizados por buques de guerra estadounidenses y franceses hasta ahora fueron derribados por sofisticados misiles tierra-aire (SAM) a bordo de barcos, lo que demuestra que los modernos sistemas de lanzamiento vertical guiados por radares de matriz en fase de última generación funcionan según lo diseñado. Muchas naciones destinadas a participar en OPG tienen barcos con capacidades similares. Casi todos llevan también modernos misiles tierra-tierra que pueden atacar objetivos en el mar o en tierra.

 

FUENTE NOTICIAS ALJAZEERA

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