El papa dedicó su tradicional mensaje de Navidad a «la fraternidad» entre los pueblos, deseando que impere la concordia en Venezuela y Nicaragua, que los refugiados sirios retornen a su país y que se ponga fin a la guerra y el hambre en Yemen.
Desde el balcón de la basílica de San Pedro, durante su tradicional mensaje navideño seguido de la bendición Urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) el papa tuvo palabras para la difícil situación que atraviesan Venezuela y Nicaragua.
«Que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad [venezolana] trabajen fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población», anheló el sumo pontífice.
Fuente AFP