El asesinato de un periodista a manos de agentes saudíes convirtió a Mohammed bin Salman, el príncipe heredero, en un paria internacional. Ahora, con demasiado poder como para ser ignorado, visitará la Casa Blanca.
La última vez que el príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudita visitó Estados Unidos, hace siete años, tenía la misión de ganarse a los críticos.
Se codeó con multimillonarios, profesores de Harvard y productores de Hollywood, y habló de sus planes para abrir social y económicamente el reino conservador y rico en petróleo. Pero meses después, agentes saudíes mataron y desmembraron en Estambul a Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post, lo que convirtió al príncipe Mohammed en un paria internacional durante un tiempo, y muchos de esos nuevos amigos desaparecieron.
FUENTE THE NEW YORK TIMES

