El país elegirá a su nuevo presidente el próximo domingo, en un ambiente donde la violencia sigue siendo persistente y donde hay alerta de fraude. “Todos los candidatos utilizan mensajes cristianos en su campaña”, dice una voz en el país.
Hace dos años que deberían haberse celebrado elecciones presidenciales en República Democrática del Congo, sin embargo, se han ido aplazando hasta el próximo 23 de diciembre, el día previsto para que la población congoleña vuelva a ver urnas. El hasta ahora presidente, Joseph Kabila, instalado en el poder desde 2001, intentó hace un año cambiar la Constitución para presentarse a un tercer mandato, aunque sin éxito. La maniobra generó una crispación que se tradujo en protestas y movilizaciones en el país, en las que hubo muertos, heridos y arrestados. El pasado mes de agosto, Kabila presentaba oficialmente su renuncia a una nueva candidatura, dando paso a una nueva era en la política de la República Democrática del Congo, que siempre ha estado gobernada por un Kabila desde que dejó de llamarse Zaire.