
Mientras todos sus amigos y compañeros de escuadra están preocupados por reanudar sus entrenamientos y recuperar los compromisos perdidos, él echó de lado los guantes y las zapatillas y se puso la mascarilla.
“Había algo para mí para este mes, pero realmente todo está cerrado; pero yo tomé en serio esto y creo que es hora de que esas manos que usamos para golpear a nuestros rivales también sirvan para la solidaridad.
“No somos ricos ni he ganado dinero para dar, pero la situación que estamos viviendo es para mirar a nuestra gente más necesitada e ir con algo en la mano y compartir con ellos. Llevo ya tres semanas buscando con amigos y de mi propio recurso, alimentos para calmar el hambre de mucha gente de mi barrio, en Villas Agrícolas, especialmente a los viejitos”, revela Félix –Mangú- Valera, quien cree que ahora hay que olvidarse de todo y ayudar.
FUENTE LISTIN DIARIO