Los partidos de postemporada de Grandes Ligas de los Yanquis y los Metros de Nueva York deben dejar unos 100 millones de dólares a las arcas de la ciudad, así como empleos y un estímulo económico para los negocios locales, anunció este martes el alcalde Eric Adams.
Explicó que se proyecta que cada uno de los partidos de la liguilla final que los Yanquis jueguen en su estadio en El Bronx y los tres que ya jugaron los Metros en su hogar en Queens generen un impacto económico de más de 15 millones de dólares.
Destacó con satisfacción que por primera vez desde 2006 ambos equipos jugarán varias veces en esta ciudad, lo que beneficia particularmente a su recuperación económica tras la epidemia global.
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