El mundo entero ha visto como civiles se aferraban a los aviones militares estadounidenses.
“La probabilidad de que los talibanes se apoderen de todo y sean dueños de todo el país [de Afganistán] es muy improbable”, proclamó con confianza el presidente Biden en julio. “No va a haber ninguna circunstancia en la que se vea a la gente siendo levantada del techo de una embajada”.
Un mes después, el escenario que Biden consideraba imposible se ha convertido en una horrible realidad. En los últimos días, el mundo ha visto cómo civiles en pánico se aferraban a los aviones militares estadounidenses en un intento desesperado por escapar del caos desatado por la imprudente retirada de Biden. Los diplomáticos estadounidenses tuvieron que rogar a nuestros enemigos que no asaltaran nuestra embajada en Kabul. Los combatientes talibanes se han apoderado de decenas de vehículos militares estadounidenses, rifles, artillería, aviones, helicópteros y drones.
La desastrosa retirada de la administración Biden de Afganistán es una humillación de la política exterior como ninguna otra que haya sufrido nuestro país desde la crisis de los rehenes en Irán.
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FUENTE NOTICIAS DE ISRAEL