Hace dos mil años, los adoradores judíos caminaron sobre el Arco de Wilson ubicado a la izquierda del Muro Occidental para acceder al Templo Santo de Jerusalén, han revelado los investigadores. El hallazgo es parte de los resultados de un proyecto llevado a cabo en cooperación por la Autoridad de Antigüedades de Israel, el Instituto Weizmann de Ciencia y la Universidad de Tel Aviv que se publicaron en la revista PLOS ONE el miércoles.
La investigación también llevó al descubrimiento de una estructura teatral antes desconocida en la zona, ofreciendo un nuevo y extraordinario vistazo a la historia de Jerusalén.
Como explicó el Dr. Joe Uziel, arqueólogo de la AIA a The Jerusalem Post, en el pasado la datación por radiocarbono sólo se ha utilizado esporádicamente en la ciudad y esta nueva iniciativa pretende cambiar dramáticamente la situación para «fijar el reloj de restos en la antigua Jerusalén.» Con este fin, los investigadores también han sido pioneros en nuevas metodologías que identifican material orgánico en el mortero entre las piedras para permitir el análisis.
FUENTE JERUSALEM POST