Hay un movimiento de salud mundial global que está creciendo en todo el mundo hoy;[1] y la iglesia mundial está comenzando a reconocer los problemas de salud mental, que son la principal causa de discapacidad en todo el mundo —más incapacitantes que afecciones como las enfermedades cardíacas, las apoplejías o la diabetes[2]— como una prioridad importante del ministerio. Los problemas de salud mental generalmente son producto de una combinación de factores, que incluyen el entorno familiar, la biología, la personalidad, la espiritualidad y contextos comunitarios difíciles, entre ellos la pobreza y la violencia. Cada vez más, los impactos de sucesos traumáticos como abuso infantil, violencia interpersonal o desastres naturales están siendo reconocidos como causas importantes de los problemas de salud mental. RAÍCES ESCRITURALES A menudo pensamos solo en el asesoramiento individual como el mejor enfoque para tratar las necesidades. Sin embargo, cada vez más los enfoques basados en la comunidad están siendo identificados como esenciales para abordar la necesidad en un nivel mundial;[3] y las iglesias, como comunidades de fe donde las personas pueden encontrar seguridad y ayuda en tiempos de necesidad, pueden cumplir un papel clave.
El cuidado de la salud mental está arraigado en las escrituras: El profeta Isaías describió parte de la misión del Mesías venidero como “sanar los corazones heridos” (Is 61:1). Jeremías escribió acerca del Mesías: “Convertiré su duelo en gozo, y los consolaré; transformaré su dolor en alegría” (Jer 31:13). En el Nuevo Testamento, vemos que “Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia” (Mt 9:35). El Grupo Temático Misión Integral del Foro para Evangelización Mundial 2004 del Movimiento de Lausana incluyó explícitamente a la salud mental como parte de la misión integral, señalando: La misión integral es la misión dirigida hacia la satisfacción de las necesidades humanas básicas, que incluyen la necesidad de Dios, pero también la necesidad de alimento, amor, vivienda, ropa, salud física y mental [énfasis nuestro], y un sentido de dignidad humana.
FUENTE NOTICIAS PROTESTANTES